ESPIRITUS DE MOXOS
El mundo mojeño está montado sobre los espíritus del
monte y de las aguas. Los de los montes son cercanos, la gente dice: son como
nosotros, entonces les puedes hablar para pedir permiso para matar un animalito
o cortar un árbol, lo hago para que coma mi familia, no voy a abusar. Es para
hacer el techo de mi casa (Jordá, 2006)
La ideología animista de la sociedad tribal
cree y venera al espíritu de todas las cosas. Y esta sería la ideología central
de los mojeños de antaño.
casi no distinguen los brutos de los hombres, y en
consecuencia de sus razones tenían a los brutos por racionales, creyendo que
los bramidos de los animales, cantos de aves, eran conversación y parlas en
lengua extraña, que los instintos particulares de buscar comida y abrigo etc.,
eran discursos intelectuales, y así que apenas se distinguían de los hombres (Anónimo,
1754)
Adoraban en cada pueblo de estos muchos dioses; unos
particulares de ellos, otros comunes a todos; unos casados, otros solteros;
cada uno con diferente empleo y ministerio; cual presidente del agua y sus
peces, cual de las nubes y rayos, algunos de los sembrados, otros de la guerra,
otros de los tigres. Estos eran los que tenían más culto exterior por el gran
miedo y peligro con que vivían de estas fieras, de que hay abundancia en los
montes y pampas. (Egüiluz (1696), 1884:7)
Espíritus de las aguas
Hay toda la cuestión de por ejemplo los arco iris. El
mundo mojeño está sobretodo montado sobre los espíritus del monte y de las
aguas. Los de los montes son cercanos, la gente dice: son como nosotros,
entonces les puedes hablar para pedir permiso para matar un animalito o cortar
un árbol, lo hago para que coma mi
familia no voy a abusar. Es para
hacer el techo de mi casa. En cambio los de las aguas son como gringos, hay
que tenerles más miedo, estos te agarran, aparecen como sirenas, te meten al
fondo de la laguna, te cambian los bronquios, para que puedas vivir allí y te
conviertes en Jichi. (Jorda, 2006)
Los espíritus de las aguas están relacionados con el arco
iris y se llaman Ae en ignaciano, Oe en trinitario. Ae ana es el arco iris,
porque es la junta de espíritus de las aguas que son los peligrosos. Cuando se
juntan, entonces es el arco iris, y cuando salen, tengo que moverme porque es
peligroso, si me corro, ya nunca me irá bien. (Jorda, 2006)
Arco iris es también arama, pero femenino: nada menos que
la esposa del sol, pues nada impide a este astro ser polígamo (también es
esposo de la luna). La función del arco iris consiste en curar las tierras por
su marido. En efecto, observando que solo aparece cuando llueve, lo consideran
la fuente de las aguas. Dicen que todos loa ´çarboles están bajo su potestad y
jurisdicción, creyendo que se asienta y descansa en ellos. De ahí que en mis
primeros años de ninguna manera pude obtener que fabricaran ninguna embarcación
mayor para el uso de la reducción: temían echar abajo los árboles más altos,
por ser la residencia del arco iris, alegando que recibía gravísima ofensa de
este delito y que en cuanto diera con ella la haría naufragar con sus remeros. (Eder)
Tenían por dios al arco iris y lo juzgaban viviente racional:
decían que se tragaba la gente, que aquel semicírculo es la boca y esconde un
cuerpo de desmedida grandeza allá en la nube y en las lagunas, que se traga los
aguaceros y esto porque aparece después de ellos Creían que infestaba todos los
lugares por donde pasaba y era causa de las enfermedades. Decían también que al
que lanzaba el iris después de haberlo tragado quedaba con virtud de sanidad
para curar a otros, pero que el tal quedaba enfermo continuamente. (Anónimo,
1754)
Espíritus de los cielos
el concepto de estos indios eran, el Sol y la Luna unos dioses comunes,
porque demás de estos, cada nacioncita de estas y pueblos que tienen nombre
distinto de otras, tienen su Dios y Sol particular al cual unos le dan el
nombre del mismo pueblo y otros le dan el nombre de alguna cosa natural, como
Picaflor, Estrella (Marbán, 1676).
Lo que parece cierto es que estos indios, tienen á la Luna y el Sol por unos dioses
comunes, porque muchas veces sin preguntarles nada, cuando el Sol aprieta dicen
que abrasa mucho Dios; y cuando al ponerse el Sol hace aquel género de celajes
que parecen nubes de sangre y él se muestra muy encendido, dicen que se enoja
mucho Dios y si en esa ocasión se les pregunta qué Dios se enoja, dicen que el
Sol. Diré que el concepto de estos indios eran, el Sol y la Luna unos dioses comunes (Marbán, 1676
(1898:152))
Del eclipse
La mayoría respondió que la luna o el sol estaban
enfermos; y cuando ven obscurecerse por completo, dicen que estos planetas han
muerto o están cerca de la muerte. Otro llaman al sol el marido, a la luna la
esposa y a las estrellas los hijos; cada vez que se produce algún eclipse,
dicen que el sol está en coito con la luna para engendrar nuevas estrellas,
para que el firmamento no pierda las estrellas con el tiempo, pues a diario
mueren muchas de ellas. En efecto, dicen que mueren cada vez que ven caer una
estrella jugaz. (Eder)
Espíritus de la tierra
los tigres. estos
eran los que tenían más culto exterior” (Egüiluz (1696), 1884:7)
Para el caso de los mojeños era el jaguar el animal con mayor estatus,
una divinidad mayor. Y es por eso que en la danza del machetero cuelga una cola
de jaguar de la corona de plumas:
Esa relación con el sol se expresa culturalmente en el
símbolo del tigre (representado en símbolo en forma como de cola de esta
fiera, que sale del plumaje por la espalda), relacionado con el sol en el mito
panamerindio de los dos mellizos hijos del tigre, que un día se subieron al
cielo y se convirtieron uno en el sol y otro en luna. (Jordá)
Antes de los jesuitas, no solo la cola del
tigre era utilizada como símbolo sagrado. Las "cabezas de los tigres,
adornando las cabelleras de algodón" (Egüiluz (1696), 1884:12) se
encontraban los templos de una tribu.
Pero además,
el ciervo también ocupaba un lugar especial.
el animal de mayor aprecio entre ellos es el ciervo
gloriándose de que sus ascendientes pasasen a ser ciervos y que después mueren
estos animales dejando castas o descendencias en que ya nada hay de aquellas
almas las cuales perecen juntamente con los cuerpos de aquellos animales o aves
a que hicieron transmigración cuando murieron (Anónimo, 1754).
Este animismo implica la instauración de una
relación de reciprocidad, de una alianza, un pacto, entre los espíritus de la
naturaleza y el hombre.
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