Texto: Entrevista
Nombre: Clark Erikson
Profesión: Arqueologo
Fecha: Agosto 2006
Lugar: Beni - Trinidad
Por: Emir Iskenderian Aguilera
Temas: Biografía, Canales, Terraplenes,
Camellones, Fertilidad, Lomas, Lagunas
Biografía
Mi nombre es Clark
Ericsson, tengo 52 años, nací en Newport New, Virginia, USA, ahora vivo en
Philadelphia, Pensilvannia, soy profesor de arqueología, en el departamento de
antropología, y curador del museo de arqueología y antropología,
en
la Universidad de Pensilvania.
Llego
a Bolivia por casualidad en 1974, como estudiante de 2do año en la Universidad
Washington, de San Luís.
Había
la oportunidad de acompañar a Dick Brommen, en una excavación en Chiripa, cerca
del lago Titicaca, durante 3 meses, una experiencia en la que estaba muy
animado, en que fui a tomar clases de español intensivo durante un año y había
la posibilidad de regresar el 75, para seguir con los estudios. Escogí el tema
de etnobotánica, que son los restos arqueológicos botánicos del sitio, como
Tesis de bachiller. Estaba cambiando mis intereses de la arqueología de los
Estados Unidos a América del Sur, en los andes.
Mi
PHD, lo hice en la Universidad de Chanter XXXXX, Illinois, estudié con
el famoso Donald Letter, pioneros de la arqueología de América del Sur,
partes tropicales, amazonia, alrededor, y todo lo que llamamos Nuevo Trópico.
De
allá también conocí al profesor Tom Sweeterman, un holandés famoso por sus
estudios del socialismo de los incas. También conocí a Chris Leinman, un antropólogo
que utiliza matemática formal para sus estudios, y otros etnógrafos,
arqueólogos, antropólogos físicos, dentro del programa.
Buenos
estudiantes y colegas, que hasta hoy seguimos siendo amigos, y colegas con
algunos.
Había
para hacer una tesis en la parte baja del Mercosur, la amazonía en general,
así, poco a poco, fui cambiando mis ideas, para hacer estudios aquí.
En
1978 había la posibilidad de venir aquí con algunos fondos, para hacer estudios
preliminares, para aprobar un proyecto, después subir propuestas para conseguir
fondos para hacer una investigación mas profunda. Ahí es que llegué a la Paz,
con la intención de venir a Cochabamba para hacer estudios en museos de la
UMSA.
En
La Paz, el director Carlos Ponce Sanjines, me dijo que no había necesidad de
hacer estudios de la cerámica del museo, porque ellos tenían todo registrado en
su computadora de la oficina, que yo debía escoger un buen proyecto de campo.
Yo
no estaba preparado para hacer el trabajo de campo, tenía mi mochila de boy
scout, sleeping, brújula, y 100 hojas de papel blanco para dibujar cerámica;
pero como siempre tenía la idea de hacer estudios en los llanos de Moxos, y
escuché que había un camino nuevo, hecho por fondos japoneses, entre San
Ignacio y Trinidad, me pareció que era
un buen transepto para hacer estudios, lo cual no sabía. Era un área de unos
200 Km.
Carlos Ponce me indicó
que había un proyecto, en el que iba a ir con Juan Faldín, del Instituto
Nacional de Arqueología, el detalle es que el no sabía que iba a ir conmigo,
por lo tanto, tampoco estaba preparado para hacer ese tipo de trabajo conmigo.
Fuimos
en avión a Trinidad, estuvimos poco tiempo, y al sobrevolar el área, vimos que
toda la pampa estaba inundada. Pensábamos en cómo íbamos a hacer el trabajo en
un área inundada, con tanta agua y sin fondos.
Llegando
a Trinidad, fuimos directamente a CODEBENI, buscando a Mario Vilca –un
gran amigo-por referencias de ingenieros que trabajaban en el camino y mapeo.
El
conoce el Beni casi igual que Kenneth Lee. En su oficina, nos prestó copias de
mapas, y también originales, guiándonos para nuestro estudio, y nos aconsejó
sobre las zonas que deberíamos ver. Ahí conocía Rodolfo Pinto Parada, que entró
a la oficina, diciéndonos que ellos era del Servicio nacional de Caminos SNC,
que estaban a nuestro servicio, y que tenía una autorización para que viajemos
en sus vehículos. Esto fue una gran ayuda, para disponer de vez en cuando, de
transporte para ir de un sitio de estudio a otro. Pero, de todas formas, no
había mucha gente transitando el camino, a veces hasta días.
Había
otros aquí. Por ejemplo, el arqueólogo chileno, Víctor Bustos, que al venir
escapando de los problemas políticos del golpe de estado de Allende, y buscar
trabajo, es contratado por el Instituto Nacional de Arqueología INAR, para
trabajar en esta zona. Un hombre muy interesante, que hacía muchos trabajos, y
sin fondos también.
En
aquella época Kenneth Lee, estaba trabajando en Santa Cruz. Conocimos a Ricardo
Botega, Reinaldo Lijerón y a un gran grupo de amigos en Trinidad.
A
San Ignacio de Moxos, veces íbamos a pie, a veces en camiones de construcción
de la carretera. Allá había un antropólogo, Jeep John, que estaba
estudiando las relaciones de la gente indígena y los dueños de estancia, un
estudio muy interesante. Acompañamos su expedición, para ver paisajes, visitar
campesinos en sus chacos, lejos de San Ignacio, y encontrando sitios
arqueológicos en todas partes.
Andábamos
casi todos los días entre San Ignacio y San Borja, haciendo pascana, acampando
en las diferentes estancias, de manera gratuita, gente muy buena.
Recolectábamos cerámica, buscando sitios en los cortes de la carretera, hechos
por los tractores que cavan pozas a los lados para drenar el agua y tener
tierra para el terraplén del camino. De esta forma cortaban sitios
arqueológicos, por lo que en el camino se podía ver, hachas de piedra, a 10
pasos, la mitad de una vasija de cerámica, etc. De esta forma fue fácil ubicar
sitios arqueológicos, y, por lo menos, medir sus dimensiones.
Con
la mitad del dinero que tenía, 10 $, mas 10 de Juan Faldín, compramos cuatro
fotos aéreas, para guiarnos mejor, pero por mala suerte, las fotos estaban
enfocadas en un área que no correspondía a la carretera, así que no fueron
útiles.
Fuimos tres veces a San
Borja. Había un gran complejo de camellones al norte, me alegró mucho
finalmente encontrarlos, ya que me parecía muy interesante. Estuvimos
mapeandolos con brújula y cinta métrica, para hacer planos del complejo. Por
suerte había llovido unos días antes, con lo que se podía ver el agua
amontonada a un lado de los terraplenes, y no así al otro, con lo que tenía una
idea de que funcionaba para control hidráulico.
Fue
interesante que el año pasado leí la traducción de sueco ó alemán, al español,
del gran famoso etnólogo, arqueólogo Erland Nordeskiold, en el cual hay dos
páginas del mismo complejo en San Borja, pero descubierto por el, creo que en
1910. En esta época, pensaba que eran para control hidráulico, por lo que
encontrarlo no fue tan novedad.
Teníamos
muchos problemas por falta de fondos para el proyecto, es así que sufríamos
andando mucho por las calles, o de sitio a sitio, a veces esperando días por
transporte, para ir a San Ignacio o San Borja. Creo que estuvimos allá por unas
5 semanas, y tuvimos una invitación para participar en una Jornada
Peruano-Boliviana de Arqueología y Etno-Historia, pero en La Paz.
Con
Juan Faldín, escribimos una ponencia para presentar, fue mi primera
publicación: América Indígena, en el año 1980, que era un resumen de esta
investigación. Estaba muy enamorado del Beni, y quería venir aquí para hacer mi
proyecto de licitación de PHD, y Doctorado.
Ese
año, tenía una beca grande de la Social Science for Search Council, para vivir
aquí un año, ver camellones y hacer estudios. Estaba esperando noticias de otra
beca, cuando hubieron los golpes de estado en Bolivia, primero de García Mesa,
luego de Banzer Suárez. No era un buen periodo para hacer investigaciones
científicas, ya que no había instituciones del gobierno, tampoco funcionaba
acá, en aquella época, el Instituto Nacional de Arqueología, y habían muchos
cambios de gente.Entonces, mi esposa y
yo, fuimos a Perú, había problemas con los financiadores del proyecto, que me indicaban que si no iba a
trabajar en Bolivia, tenían que hacer una nueva propuesta para nosotros, por lo
que debíamos esperar un año.
En
esta época, mi conocimiento de la arqueología del altiplano era mucho mejor que
la del beni, por lo que fue fácil cambiar a un proyecto para estudiar los
camellones o waru waru, del lago Titicaca. Mi proyecto fue financiado, y había
otros fondos de la Fundación de Ciencias Nacionales para hacer experimentos con
camellones. Fuimos allá con un beca de un año, que se extendió por dos años, XXXXXXXXXXXX
viviendo en la comunidad de Wata, haciendo prospección, mapeo, excavación de
camellones experimentales con las comunidades alrededor de Wata.
El
año 84 regresamos a Estados Unidos, donde mi esposa consiguió dos becas para su
trabajo. Regresamos a Wata nuevamente, que nos pareció el lugar mas adecuado,
ya que ella estaba estudiando quechua, y yo podía continuar con mis estudios.
Estuvimos allá un año y medio mas. Los estudios de campo norteamericanos son de
un año nomás, en Perú, estuvimos 3 ½ años, es así que teníamos un montón de
datos, que fueron la base de mi disertación y para muchas publicaciones.
Terminé el 86.
El
año 88 conseguí mi PHD, no veía la posibilidad de regresar a Perú, ya que
estaba la guerra contra Sendero Luminoso, y Puno, con sus alrededores era una
de las zonas rojas, difícil de trabajar.
Fuimos
a Bolivia el 90 con un pequeño proyecto. Cuando llegue a la oficina del
director del Instituto Nacional de Arqueología, apareció mi amigo Osvaldo
Rivera, quien me dijo que había recibido una llamada ese día de parte de los
benianos, quejándose que el Instituto no estaba apoyando la arqueología en el
Beni, pero si los trabajos en Tiahuanaco, por lo que querían un proyecto. Ahí
me pregunta si yo quería hacerles ese proyecto.
Firmamos
un convenio rápido. Días después estaba en Trinidad con estudiantes de Estados
Unidos, visitando a todos mis amigos de aquella época. Fuimos a un sitio
llamado El Viar, Elvira, El Billar, a medio camino entre San
Ignacio y San Borja, estancia de un mojeño, buena persona, que nos dio permiso
para hacer excavaciones de prospección en la estancia, que también se encuentra
cerca de la Estación Biológica del Beni, por lo que andábamos también por allá.
Mas
que todo era para mostrarles a mis colegas, que podía hacer ese tipo de trabajo
aquí en el Beni, para captar mas fondos de otras fundaciones, y probar que
podíamos encontrar XXXXgrafías dentro de los camellones, ya que por el
contacto con el agua, pensaban que no se podía encontrar nada, pero les mostré
cubiertos, que también podíamos fechar cultivos dentro de los camellones, con
carbón, utilizando el análisis con el sistema radiocarbónico.
La
estancia fue muy interesante ya que tiene terraplenes, campos de cultivos en
camellones, canales, formas raras de terraplenes en espiral, islas de bosque en
la pampa, formado por cruces de terraplenes, donde habían crecido árboles. Una
mezcla de cosas muy interesantes y un complejo increíble de camellones, algunos
vestigios muy difícil de detectar, campos drenados que casi no se pueden
notar. Una gran experiencia para mi,
para mejorar mi técnica y modo de trabajar con este tipo de arqueología del
paisaje. Escribimos un informe de mas de 150 páginas, fue en colaboración con
José Estévez, del Instituto Nacional de Arqueología, Marcos Michell, Vilma Binclair y estudiantes de mi
universidad.
Regresé
a los Estados Unidos a pedir plata para un proyecto mas grande. Mi primer
intento fue rechazado por la Fundación de Ciencias Nacionales. Fue rescrito
como otra aplicación. Tenía el dinero para mí proyecto de dos años de trabajo,
pero lo hicimos durar casi cuatro. Había fondos para contratar con el
investigador del proyecto, Vilma Binclair, y apoyar a algunos
estudiantes de intercambio en la carrera de Arqueología y Turismo de la UMSA,
en La Paz. Con esos fondos estuvimos trabajando el primer año, el 92 en la zona
de San Ignacio. El año siguiente estuvimos trabajando también en San Ignacio y Chabaicuri.
El año 94 en la
Estación Biológica del Beni, también cerca de San Borja, Santa Ana de Yacuma,
Río Apere, y también en Santa Ana de Yacuma al norte de los ríos Momi e Illanes,
en la estancia Cero.
El
95 estuvimos de nuevo en la Estación Biológica del Beni, trabajando en el tramo
de la carretera entre San Ignacio y San Borja, un complejo de camiones
integrado con canales, terraplenes y sistemas hidráulicos.
Había
una invitación de parte de Kenneth Lee, al cual conocí en el 93, que siempre
insistía que debía ir a Baures, al igual que Ricardo Botega. En una ocasión me
indico que a disposición teníamos la avioneta de la prefectura, al mejor
piloto, 6 horas de vuelo para reconocer la zona, y que me iban a pagar los
viáticos para los estudiantes y míos. Acepté. Esa fue mi primera colaboración en que fui como apoyo en
fondos. Había mucha colaboración, pero fue gracias a Kenneth y sus contactos en
el gobierno. Hicimos 2 o 3 sobrevuelos, sacando unas 500 fotos y marcando el
vuelo con GPS. No había tiempo para entrar en lo que llamamos parque Kenneth
Lee, situado entre los ríos San Martín y San Joaquín. Estuvimos cerca de
Baures, andando entre las comunidades, buscando de tierra obras de tierra en
entre el bosque, chacos y potreros. En ese tiempo no había camino a Baures que
estaba completamente aislado, no había luz, se podía ver las estrellas, todo era silencio. Muy
lindo, en comparación a San Ignacio, San Borja y Trinidad. También había buena
comida. Como decía Ricardo Botega: “Es especial allá en Baures”. Nos aislamos
en la estancia Nairobi¸ ahí conocimos a Freddy Bruckner , su padre, su
Madre y sus hermanos, muy buenas personas. Mas que todo, andábamos a pie, por
estancias cercanas, ya que había mucho que ver, para estudiar zanjas, ya sean
circulares o rectangulares, terraplenes,
canales y cosas interesantes.
Durante
la finalización del proyecto, un estudiante mío, Alexi Branch, que ahora es
PHD, y está dirigiendo un proyecto con el Instituto Nacional de Arqueología en
Tiahuanacu, me indicó que quería ir al parque Kenneth Lee y hacer un estudio
por tierra. Coordinamos cuanto dinero iba a necesitar, para cubrir comida,
guías y alquilar un buen caballo para la carga. Freddy Bruckner, Oscar
Saavedra, Alexi Branco, mas 3 guías, entraron a la zona e hicieron un muy buen
estudio de terraplenes, canales, zanjas, varios mapas, resultando un buen
informe de 95 páginas. Alexi estaba tan
enamorado de la zona que quería hacer su PHD allá. Hizo un segundo viaje, solo.
Fue un viaje muy difícil, ya que estaba un poco enfermo y se desanimo un poco
de trabajar allá, tan lejos de todo, ya que no habían estancias allá, estaba
tan lejos de Baures, difícil conseguir comida, y como había la posibilidad de
trabajar en Tiahuanacu, cambió su proyecto a esta área.
En
el 96 estaba aquí con un grupo pequeño de Vilma Binclair, mi esposa, y fuimos
con Freddy Bruckner en un viaje a Bella Vista, Baures. Sobrevolamos dos veces
mas tomando fotos, entonces decidí entrar al parque en un proyecto de 3 semanas
con 3 guías. Fue una de las experiencias
más importante de mi vida, trabajando del 90 hasta el 95, hacíamos caminata,
llevamos motor de luz, carpa, mochilas, mosquiteros, hamacas, brújula, wincha,
GPS, cada estudiante con su laptop, y mucha logística de transporte, como
movilizar un ejército. Era todo caminata, cables computadoras.
Fue
un viaje difícil, que nos tomó dos días enteros para llegar hasta la parte
oeste del parque. En la última estancia vivía una familia a quienes alquilamos
una canoa para llegar a la parte hundida, luego entrar caminando, dos días más,
hasta casi el centro del parque. En una de las islas hicimos un campamento, que
usamos como base para cada día hacer viajes de 8 a 12 horas, andando por la
pampa, buscando terraplenes claves, que estuvieran registrados en nuestras
fotografías aéreas, hacíamos excavaciones y datación de los terraplenes y la
zona, registrando algunas zanjas circulares. Con estos datos regresamos a
Baures e hicimos mapeo de zanjas de la zona de Nairobi y de la isla de
Santiago. De allá regresamos a Estados Unidos, para escribir los informes.
Con
tanto trabajo de campo, del 90 hasta el 96, que es mucho para escribir y
resumir todo esto, he tenido casi 10 años de publicaciones, tanto en español o
ingles, de ponencias, capítulos de libros, un nuevo libro con William Balee,
sobre sus experiencias.
Ahora
estoy escribiendo con John Walter, uno de mis estudiantes que tiene PHD, una
monografía sobre todos estos detalles del proyecto, para realizar la clausura a
este trabajo de los años 90, como ser, las fechas radiocarbónicas, los mapas,
sistemas de información geográfica, etc. También estoy escribiendo otra
monografía sobre la zona de Baures, que va a ser otro tomo, con los datos
enfocados en esta zona.
Canales y Terraplenes
Probablemente, una de las
cosas más conocidas en el Beni, son los terraplenes y canales, y toda la gente
indígena que viven allí, inclusive, los que viven en la ciudades, hablan de
estos.
Los
terraplenes son calzadas o plataformas largas de tierra, hechas aquí por gente del pasado, inclusive actualmente,
la gente sigue construyéndolas a forma de carreteras, ya que con tanta
inundación y napa freática muy alta, especialmente en la época de lluvia,
necesitan caminos elevados. Muchos de los construidos hoy en día, son muy
semejantes a los del pasado, con la única diferencia que los del pasado se
hicieron a mano, y los actuales, con tractor.
Los
terraplenes no guardan mucha relación, la mayoría tienen de 3 a 5 metros de
ancho x ½ metro de altura, algunos tienen hasta 15 metros de ancho x 3 metros de altura, claro que no en todo el
tramo, sino, en las partes necesarias de hacerse así.Lo mas largo que hemos
medido son 7,5 kilómetros de largo, perfectamente rectos. Forman redes,
conectan con otros terraplenes, a veces son radiales de un sitio o
asentamiento, hay cruces de terraplenes, es un sistema muy interesante de
comunicación y transporte.
En
cuanto a la función de los terraplenes y canales hay mucho debate, pero Denevan
y yo estamos de acuerdo que son para comunicación y transporte entre
asentamientos, diferentes islas de montes, lomas, o, de galería de río a otro
río.
También
están los trabajos de Pepe Barba, Kenneth lee y otros, que prueban una función
hidráulica, ya que funcionan como diques que pueden bloquear o canalizar el
flujo de agua, con estas construcciones tan grandes. Hay muchos datos para
probar esto, incluso se puede ver andando los terraplenes en época de lluvia,
que siguen funcionando hasta hoy día.
También
hay la posibilidad, para mí, de que haya sido para tener una sección,
perfectamente recta, que cruce la pampa por kilómetros, lo que me indica que
probablemente tenían una estética y un sentido de organización –la línea
recta-.En el Beni no habían pirámides, ni tumbas grandes de piedra o ciudades
como en otras partes del mundo, pero su monumentalidad fue la construcción de
obras de tierra. Por ejemplo, llegar a un pueblo en un terraplén ancho, para mostrar la unidad del
pueblo, la mano de obra que podían movilizar, y que vean esto sus vecinos.
También estamos explorando la posibilidad de las orientaciones y alineamientos
en otras culturas. Se ven como avenidas sagradas o mirando hacia el horizonte,
que puede servir como alineamiento con estrellas, constelaciones o solsticios.
Por ejemplo, hay muchas tribus amazónicas que tienen interés en los planetas,
esto es muy común en la etografía. Con un programa de computación,
estamos probando y chequeando los ángulos. Tenemos algunos datos que, mas o
menos, nos indican que esto es posible, pero necesitamos cálculos y medidas mas
exactas, ya que necesitamos hacer mas sunshots, para tener el ángulo
exacto, que se necesita para analizar con estos programas, cosa que no hemos
hecho hasta este momento. Sabemos que hasta ahora, en pocas partes de Brasil,
hay grupos que utilizan caminos ceremoniales, tienen sus sendas a sus chacos,
campos de cultivo del pueblo, pero también tienen avenidas especiales que son
usadas una o dos veces al año para ritos de iniciación de los jóvenes. Puede
ser que estos caminos, también hayan sido usados de forma ritual.
Para
hacer un terraplén, se tiene que hacer un canal a la misma vez. A veces los
terraplenes tienen canales a ambos lados, ó de un solo lado. A veces hay un
canal al centro, y dos terraplenes pequeños a los lados. Los canales
normalmente tienen el mismo volumen a la tierra sacado para construir el
terraplén, y son lo suficientemente grandes para pasar hasta dos canoas. No son muy profundos, pero probablemente
guarden agua por muchos meses en la época de lluvia, y algunos mese en la época
de sequía, las lagunas lo hacen todo el año. La gente acá prefiere viajar en
canoa, que andar, por lo que vemos un doble propósito: para andar a pie y para
viajar en canoa. Las canoas acá pueden llevar hasta una tonelada de carga, y
una persona lo puede manejar fácilmente, entonces se puede pensar en llevar
toneladas de yuca, camote, y otras comidas pesadas, de los campos de cultivo a
las aldeas, es un buen modo de transporte.
Camellones
La mayoría de nuestros
estudios están enfocados en camellones de cultivo. Camellón es una palabra española que
significa un Lazybed ó un surco, normalmente para cultivos como papa u otras
raíces. Aquí no tenemos otra palabra mejor, generalizando decimos indígenas,
para la zona de Moxos, pero en los andes se llamaban wara wara, en la zona
quechua de Sucre, colla, aymará. De seguro que aquí en el Beni habían otros
nombres, pero que hasta ahora no sabemos. Hay algunas referencias de los
cronistas en la entrada de los españoles hablando de cultivos en la pampa,
seguramente referencias a camellones.
Hay
mucho debate de quien es el padre de los camellones en Moxos. Kenneth Lee
estaba aquí a finales de los 50 y se decía descubridor de estos. William
Denevan estuvo aquí en el 59 y 60, y publicó varios artículos en los 60 al
respecto. George Pafker también realizó publicaciones tempranas. Erland
Nordeskiold tenía algunas páginas escritas en sus libros en 1910, haciendo
referencia a camellones de cultivo abandonados entre San Ignacio y San Borja,
también en otras partes del Beni. El descubrimiento de los camellones en Moxos
fue algo muy importante para cambios de interpretaciones sobre la amazonía,
porque antes había la idea de que era una zona de suelos pobres, que no había
proteína para sostener poblaciones grandes.
Entonces
había esa idea de lo que vemos en la etografía, grupos pequeños de cazadores,
recolectores o agricultores, que tenían una vida semimovil, cambiando sus
asentamientos de vez en cuando, buscando sitios para tumbar árboles, para tener
sus chacos, huertas.
Denevan
con su publicación en el 66 sobre sus descubrimientos de lomas, terraplenes,
canales y camellones de cultivos, hace una revolución del pensamiento de la
amazonía, porque con esos datos se puede decir que había agricultura intensiva,
al haber esto, pueden existir cosas como civilización, centros urbanos, avances
en tecnología, y cosas como estas que son características de civilización en
otras partes del mundo.
En
los trabajos de Denevan había muchas preguntas, como el por que hacían
camellones, cuantas horas hombre tomó construir esto. No sabíamos nada de la
producción de los camellones, sus fechas de construcción, de uso y abandono, y
así, una serie de preguntas para la arqueología.
Estaba
preparando mi propuesta en el 79 y también el 90 para trabajar aquí en la
continuación de los trabajos, mas que todo de William Denevan, y también de
Kenneth Lee.
Tenía
experiencia con los wara wara en el altiplano de Bolivia, entonces estuvimos
transfiriendo mucho de nuestro trabajo de campo, mapeo, y también esa idea de
que para entenderlos, la mejor forma es hacer experimentos.
En
el primer año estuvimos haciendo varios cortes en camellones abandonados, para
entender su forma, estructura, estratigrafía y tuvimos la suerte de encontrar
un fogón, probablemente un campamento de los constructores de un camellón que
tenía carbón para fecharlo, y tenía como 2000 años, o mas. Esto fue en la
estancia Elviar. Había polen en los estratos de los canales, lo
suficiente como para saber que había cultivos de urucú y de guayuza, una
rizoma que es una planta como una raíz, y alliax, que es como el mate
argentino. No había vestigios de yuca, pero la yuca no produce polen y yo
estaba seguro que fue uno de los cultivos. Creo que ahora hay algunos datos
sobre el camote y algo de maíz.
A
mi parecer, los camellones son una tecnología increíble de producción, y el
uso, y la gente fue atraída aquí por los humedales, sitios pantanosos, de agua,
y especializándolos para producción, en forma de canales o zanjas; para sacar
tierra, para hacer plataformas de campos elevados, que llamamos camellones de
cultivo.
En
el Beni tienen mucha variación, algunos cerca del río Apere tienen 2 metros de
ancho y 27 de altura. Otros en Santa Ana de Yacuma, al norte y alrededor de la
ciudad, tienen hasta 20 mts de Ancho y 1 de altura. Algunos son tan grandes que
incluso hoy día se utilizan como pistas de aterrizaje de avionetas Cessnas.
Sabemos
que son para agricultura, pero en términos de función, el único modo de
estudiarlos es ponerlos en uso otra vez.
Con el permiso de la Estación Biológica del Beni y la Academia de
Ciencias de Bolivia, fuimos con nuestros modelos de los estudios arqueológicos,
para rehacer camellones en la pampa frente a la estación. En el primer año
hicimos una construcción de una hectárea más o menos, hecha por obreros de la
comunidad indígena Totaisales, cerca de la estación
Luego
de un año de cultivos, regresamos a colectar datos de producción, compararlos con datos de labores, y
realizamos los cálculos de suficiencia. El resultado fue, por ejemplo, un
comentario de un anciano de Totaisales que dijo que nunca en sus 85 años de
vida, había visto cultivos en la pampa, y que encima diera casi el doble de lo
que siempre se había sacado en la zona, ya sea galería, chaco o bosque. Esto
porque la superficie de una hectárea de camellones es mitad plataforma y la
otra mitad canal, de ahí que en estas áreas, sacamos el doble de camote y yuca
El
primer año no hicimos nada para saber su funcionamiento. Pero seguramente, este
suelo que no se ha usado en un periodo muy largo de tiempo, de seguro tiene
algo.
Durante
la construcción solamente sacamos la capa A que es la parte negra de la
superficie, sino que encima le amontonábamos material a esta capa A, por lo que
tenía el doble de tamaño, y por lo tanto de material fértil. Esto de seguro es
ayuda.
El
segundo año hubo el apoyo de 2 proyectos de tesis estudiantes de la Universidad
Técnica del Beni UTB, aquí en Trinidad, de la cual una estaba muy interesante,
sobre la producción de varios cultivos, de Julio Arce.
El
año siguiente hubieron 2 tesis mas sobre el uso de taropes y otros cultivos a
diferentes niveles, para aumentar la fertilidad del suelo. Estas tesis también
son muy buenas. Con esos datos tenemos algo de la producción de camellones y de
su labor.
Pensaba
que aquí en Beni, es más fácil hacer camellones, que en el altiplano, pero,
esto es usando herramientas de metal, el cual antes no había aquí, lo que
significa que en aquél tiempo, era el doble de trabajo.
También
observamos que durante la época de sequía, el suelo es casi tan duro como
cemento, por lo que aprendimos que hay que reconocer las mejores épocas para
trabajar.
Había
mucho interés en los experimentos, y bastante para fotografiar, lo cual hizo el
trabajo mas interesante, que el anterior atrincherarse en los antiguos
camellones.
Por
último, en la Fundación Interamericana, estuvimos buscando algunos fondos para
hacer experimentos con comunidades. En el 92 y 93 fuimos a Villa Esperanza y
Bermejo para traducir la idea de tener un proyecto con ellos, y conseguir
algunos fondos para pagar a la gente. Se hizo casi una hectárea en Bermejo y
media hectárea en Villa Esperanza, resultando camellones muy bien hechos. El
problema en estas comunidades es que no tienen pampa, y los camellones
funcionan bien en pampas inundadas. En Bermejo había un campo de cultivo que se
inundó dos veces y se perdió todo el trabajo de esos años. Esa área nos pareció
la mejor, ya que no tiene árboles, inunda y hay un pequeño sector con pampa,
por lo que fuimos allá a hacer camellones en la pampa y un sector de bosque de
monte en Villa Esperanza. Tuvimos algunos problemas con el manejo de los fondos
de la contraparte boliviana, el proyecto fue terminado, por lo que perdimos
todos los datos de esos años. Fue algo triste, ya que había contratado un
ingeniero agrónomo para ir allá dos veces por semana, para hacer medidas, sacar
fotos y monitorear los camellones. Inclusive fue idea suya, el tener una historia
de 15 años de cada camellón, y su comportamiento en términos de producción,
labor invertido para mantenimiento, etc.
Los
camellones en la Estación Biológica del Beni, fueron cultivados varios años, no
de forma sistemática, sino para la cocinera de esta, Rosa, quien ahora es
experta en el manejo del cultivo en camellones, claro que no llevó un registro
de producción.
Lomas
Las lomas están en todo
el Beni, es algo impresionante, ya que en un área tan plana, donde no hay mucho
relieve, se encuentran lomas muy distintas, hasta hoy día son buenos lugares
para casas, hay muchas estancias encima de las lomas y se encuentran por todas
partes, especialmente, en los lugares poblados de Trinidad y alrededores,
incluso se ven, en esta área, las que tienen hasta 18 metros de altura.
En
Baures no hemos encontrado lomas, tampoco en Santa Ana de Yacuma.
Alrededor
del río Apere, cerca de San Borja y San
Ignacio, las hay, pero muy bajas.
También
hay islas de bosques, pero artificiales, en la pampa, que se podría considerar
como lomas, tienen elevaciones de ½ metro u 2 metros.
Hay
sitios que no forman lomas, pero son sitios grandes, como en la estancia Cero,
donde John Walter estaba trabajando, o zonas cerca a San Ignacio que son
extensiones de varias hectáreas que no tienen elevación, que no se notan.
Aquí
hay muchas historias sobre lomas, la gente cree que van a encontrar tesoros,
pozos y trincheras en los que la gente busca la plata de los jesuitas o campanas,
etc.
Sabemos
que muchas son cementerios, usados actualmente, se ven muchos huesos que
sobresalen. También sabemos que eran asentamientos humanos, ya que hay muchas
cerámicas, huesos, turos, materia orgánica, que son basurales, evidencia de uso
doméstico.
Algunos
probablemente fueron hechos por una forma lenta de construir casas, usando
barro entre los postes, para formar muros. Una casa puede tener una tonelada de
tierra, que al desmoronarse, ya que una de estas casa dura un promedio de 15
años, sirve como base a una nueva, ya que la gente siempre hace una elevación
del piso de su casa.Esto poco a poco, luego de muchas elevaciones, puede formar
una loma.
También
sabemos que hay algunas lomas que han sido construidas de golpe, de un estrato,
para elevar un terreno, entonces hay pozos de los que han sacado del suelo,
estos pueden servir también como pozas de agua, para uso doméstico.
Las lomas son el mejor
sitio para vivir, ya que son sitios bien drenados, por lo que no hay problemas
de inundación. Algunas son tan elevadas que reciben brisa todos los días, no
hay tanto mosquito, y permiten una buena visibilidad, para ver mejor en las
pampas quien entra al territorio. Probablemente también tenían fines defensivos
en la mayoría de las lomas.
Hay
mucha historia indígena y muchos libros escritos sobre la Búsqueda de la Loma
Santa, un fenómeno milenario, donde a veces los campesinos salen de sus pueblos
en busca de esta. A veces hay chamanes, o personas, que han recibido la voz de
Dios, diciéndoles que tienen que buscar esta loma santa. Piensan que es una utopía donde no hay blancos, ni
gente indígena explotada, que es un paraíso con bastantes animales para cazar y
buenos suelos.
Muchas
de las comunidades del Beni fueron establecidas luego de andar por años entre
bosques y pampas en busca de la Loma Santa. Hay asentamientos en varias partes,
especialmente en el camino que va de Trinidad a San Borja.
Hasta
hoy en día, hay historias de una loma muy grande, mas grande que las demás, que
los pilotos han visto varias veces en bosques de los territorios de los
chimanes en otras partes del Beni.
Lagunas
Las lagunas fueron
estudiadas por George Plafker, me parece que un buen estudio, aunque no todos
están de acuerdo con el. Todos están haciendo fotografias aereas, ya que es la
primer cosa que se puede notar acá al entrar con vuelos comerciales, o censas,
las lagunas orientadas con puntos cardinales, de noreste a suroeste.
Hay
explicaciones tanto de que es algo natural, como hay muchos que piensan que son
artificiales. Yo quisiera creer que son artificiales, hechas por el hombre; de
que había mano de obra para hacer estas construcciones tan grandes, lagunas que
cubren, a veces varios kilómetros cuadrados.
No
estoy muy convencido por los datos presentados en favor de ser construcciones
antropogénicas. Según nuestro estudio en la laguna Normandia, en la Estación
Biológica del Beni, de hacerse lagunas artificiales, creo que sería mucho mas
fácil formar tres terraplenes en forma de U, en pendiente, para captar el agua
usando la base de la pampa original, usualmente se tienen 3 lados rectos, y uno
que no.
Nos
parece que el fondo de la laguna, no es la pampa, no está al mismo nivel, sino
a unos 3 metros mas de profundidad, entonces parece que fueron excavados.
Hay
una especie de berma, alrededor de estas lagunas orientadas, pero esta,
no tiene el mismo volumen de tierra que debería estar allá, con el material
cavado.
Entonces, en la
interpretación de Plafkerson hay fallas geológicas muy profundas, de que
todas están orientadas hacia el mismo lugar.
También,
algo muy extraño en esta laguna Normandia, es que tiene muchos años de edad,
pero, en el área que hemos visto, hay muy pocos sedimentos orgánicos, ya que
con el etnólogo, para hacer estudios, tuvimos que sacar muestras orgánicas, que
casi no hay.
Hay
algunos datos que están asociados con lomas, algunos que tienen canales
conectados con las lagunas. Aquí en Trinidad hay muchos sitios arqueológicos,
algunos camellones, una densidad de población asociada con lagunas, también hay
dos lagunas en San Ignacio de Moxos, laguna Mausa e Isirere, que tienen muchas
construcciones, pero también hay otras áreas del Beni, donde no hay este tipo
de obras (terraplenes, camellones), y muy pocas estancias están cerca de las
lagunas. No entiendo porque si tienen tantos recursos, no hay lomas alrededor
de cada uno, explotando estos recursos. Puede ser que en futuro sepamos si son
obras antropogénicas.
Sociedad
Esta
es la pregunta mas importante e interesante, ya que la arqueología es el
estudio de personas, no de objetos. Usamos los vestigios, artefactos, objetos,
obras de tierra, para entender gente del pasado.
La
mayoría de los arqueólogos, incluyéndome, usamos los datos etnohistóricos, lo
que hay, que en Beni es bastante, ya que había las entradas de los cruceños,
soldados, expediciones de los españoles, que son testimonios de varias personas
después de la expedición, así que tienen teorías con relaciones diferentes,
pero que coinciden en muchas cosas. También tenemos los datos de los jesuitas,
como el padre Eder, que es como una etnografía moderna en sus detalles sobre
gente de Baures.
Sabemos
que aquí había mucha diversidad de gente, cazadores, recolectores, como se
reconoce en la etnografía mas moderna como los sirionos, yuquis, y también
sociedades muy urbanas, como los Baures, Moxos, Chankanas, Mosetenes y otros
grupos.
Es
difícil decir que había una forma de organización social, política, económica y
cultural. Hay mucha diversidad, tanto en el pasado, como en el presente.
Algo
en lo que estoy muy interesado, un tema actual de la antropología moderna
escolástica actual, pluralidad, necesidades y todos estos detalles que están
muy de moda ahora.
Los
modelos son muy buenos para entender el pasado, en vez de pensar en una cultura
mojeña o beniana, hay que entender que habían muchas culturas, hablando lenguas
completamente diferentes, probablemente una mayoría hablando arahuaco, o un
dialecto del arahuaco, pero, también Pano, Tupi-guaraní y lenguas no
clasificadas.
Podemos
ver en la cerámica, que hay mucha diversidad en la prehistoria, desde las
culturas mas antiguas, hasta las presentes; también entre áreas del Beni, hay
regiones que son muy diferentes en sus estilos, hasta dentro de las
excavaciones en una loma, hay mucha diversidad. Entonces, como vamos a
interpretar esto, no puede ser una sola cultura, sino, que habían varias.
Por la etnohistoria,
sabemos hoy que habían jefes que podían movilizar 20.000.000 de guerreros, hay
descripciones de aldeas o pueblos de 500 hasta 2000 casas, algunos cronistas
españoles hablan de avenidas –por ejemplo los terraplenes- donde podían pasar
hasta cuatro caballos, uno al lado del otro, descripciones iguales a caminos,
avenidas o ciudades de España.
Esto
indica que había organización, probablemente integración entre regiones dentro
del Beni. Por la etnografía sabemos que en otras partes de la amazonía, siempre
hay un balance entre guerras y alianzas, que hay periodos en que los vecinos
son enemigos, y en otros periodos, son unidos, hay ciclos, y que estos grupos,
a través de este tipo de interacción, tienen redes de conexión, que se
extienden por casi todos los ríos de la amazonía. Hay tantas conexiones entre
los ríos, que la gente fácilmente puede transitar de una parte de Sudamérica a
otra, cruzando –por ejemplo- todos los ríos del norte de la amazonía o la parte
del Nuevo Trópico (norte de MERCOSUR), se puede pasar el río Casquiari,
entrar al río Negro, que conecta con el Orinoco, y aquí en Bolivia conecta el
Pantanal, con el río Itenez, río Paraguay, en fin, una red increíble de
interacción.
Sabemos
que la gente acá tenía interacción, por lo menos en estilos de cerámica, con
gente en la boca del río Amazonas, y en ciertas partes con sitios arqueológicos
cerca de Belem, Sertarem, entonces, era una red increíble de interacción.
La
mayoría de mis amigos piensan que estas sociedades tienen que tener jerarquías
de varias clases sociales, porque es la base de la mayoría de las
civilizaciones del mundo.
Pero
hay otras alternativas de heterarquías, que son formas alternativas de
organización, que tienen, por ejemplo, puestos rotativos de lideres, también
hay sistemas de organizar regiones, pero sin formaciones jerárquicas. Es
difícil no contar con los datos arqueológicos para documentar estos detalles.
Por
ejemplo, tenemos muy pocos enterramientos con ofrendas, normalmente usamos
cierta cantidad de ofrendas para distinguir diferentes clases de personas, o el
tratamiento de sus muertos. Aquí en el Beni, las “élites”, no son muy
diferentes de la gente común, hasta este momento, pero puede ser que vamos a
encontrar algo semejante en los Andes o con los Mayas, en términos de clases
sociales.
En
nuestros estudios sobre la energía invertida en camellones de cultivo,
terraplenes, canales, sabemos que grupos pequeños de familias o comunidades,
pueden hacer estas obras en tierra, con su fuerza de mano de obra.
Los
experimentos pueden explicar todas estas obras, sin problemas, en grupos
pequeños, pero, sabemos según la etnohistoria, vía la descripción de los
jesuitas, que antes habían cosas y civilizaciones en otras partes del mundo,
pero no es necesario explicar las obras de tierra, en relación directa, con el
uso de sus látigos, dirigiendo a toda la gente para hacer todas estas
construcciones. Creo que puede ser la producción de comunidades indígenas o de
familias, trabajando juntos
Arquelogia del Paisaje
No hay ideas
originales, todo viene de otros, yo siempre estoy usando muchos datos de
William Denevan, Erland Nordeskiold, Kenneth Lee, Mario Vilca, Ricardo Botega,
Pepe Barba, de todos, entonces, estamos buscando explicaciones del pasado. Mi
contribución, creo que probablemente es mi tesis en la arqueología del paisaje,
ya que esta perspectiva no es muy conocida aquí, y aprendí de William Denevan y
sus estudiantes, la geografía cultural, mas que todo, entonces, mi campo de
trabajo es entre lomas o entre sitios, también la perspectiva de la ecología
histórica que es mi interpretación de las ideas de William Balee aplicadas
aquí, que es muy importante para entender la historia humana del medio
ambiente, y el uso de experimentos para entender como funcionan los camellones
de cultivo. Hay otros arqueólogos que han utilizado esto en la zona maya y
otros lugares
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