NUPONERECHÖ



Recorriendo la memoria

* Emir Iskenderian Aguilera

1. Juako deambuló curioso mientras ojo brillaba de chasqueros Áchu y ritmo tomaba pies descalzos. Loco y delirante se perdió entre bastones retorcidos y la viudita casi se lo llevó. Despertó entre chiribitales de espinas y sardinas.

2. Mamita Meme que barres los cementerios en Todos Santos y bailas conmigo chispeadinga para el cumple del Tata Ignacio, vamos de velorio en velorio cantando en idioma a festejar con culipi al Santo Patrón.

3. Jaguar solar espíritu guerrero machete indomable vencido animal bailante poseído por hombres y mujeres y montes altos, allá vas arañando la tierra con serpientes y cascabeles que abren la tierra y nacen semillas.

4. Columnas de serpientes vigorosas entre soles agrarios se me levantan impuras mientras sus sonidos de adentro con voces viejas me invocan. Voy bajando al paseo de los mártires del museo sacro de la calle. Volveré más grande y veré más colores.

5. El diente solitario asoma por mi sonrisa algo eterna. Hoy no existo ni mañana ni pasado. Me gusta comer lagartos. Soy un cuerpo contento con ser de otra estampa y me escondo tras mis alas. Mi boca tiesa escupe chistes que azotan. Quiero volver sin olvidar. Soy el más viejo.

6. Puso sus astas de torito en mis tripas de animal que se muere. Sentí su brinco en mi sangre que volvía a la tierra. Jocheo a la parca noche que nos lleva a los dos. A mi me lloran pero a vos te devoran entre risas y a tus huevos los vuelven sopa.

7. Juako de a pié andó por el camino hacia las niñas que cantaban paso a paso y romería. Se estremeció con sus voces que a coro dieron luna luna. Ahí estaba bien al medio Mandinga cuya estela macabra se chocó nada más y nada menos que con mis pasos. Desde entonces, tengo ojos azules de cura choco.

8. Volveré y seré más grande que tus puertas. Porque yo también soy espíritu del bosque que madruga entre alcoholes felices y no me escondo entre las hostias de tu patio lleno de misterios ajenos y sin más gracia que las flores de allá arriba.

9. Los viajes son siempre de polvo e interminables las horas calientes. Mis dedos curiosos y a talón pelau me fui pa´ la fiesta y quedé más perdido que antes. Ñechi cana, este pué… o sea, venite conmigo, como dice la canción.

10. Suena la tambora, arde el primer culilpi antes de la madrugada. Los bufeos ya se llevaron al río a mis dos aparceiras. He visto al niño Áchu que baila machetero con bastón torcido. Entonces apareció flauta y me fui con ella. Soplo no pudo más y nos dormimos cerca a las brasas y bien lejos de las Carpas.

11. Juako emergió de las aguas del Mamoré, caminó descalzo entre los Taropes en flor de los yomomales antes del Tijamuchí. Ahí empezó con sus aletas a cantar junto a los Buchere del camino. Pero la corriente era fuerte y pudo más. Entonces Juako siguió con gateadora hasta que juntos fueron pampa y destino.

12. Lorito bellaco voló a la campana que sonó 12 veces y saltó entre uñeros curtidos que a galope arrearon a los toros que jochearon y cuernearon al chupaco que se vino caminando, bebiendo y riendo en la canoa con lorito bellaco.

13. Despierto al Yaritú que se vino con su tropa de chiquitanos a la Moxitania. Meta la música y que no nos esperen hasta la vuelta. Entonces nos fuimos con tigre cachete tierra roja más tambores de mis cueros con el tari colgando y el mono y el caimán duros y el apóstol pico futre y el caballero a caballo a dar vueltas en el simbao del sarao del cielo azul.

14. Aguas turbias de mis ojos víbora. Chispa verde en la noche rotunda que atada a morocos surca las curvas de los ríos interminables de la várzea. Pescadores son mis gritos cuando canto y me llevan a tu diestra y consuelo.

15. Un fumeto con soneto y quedó neto. Rima come chima. Chimanes son mis parientes que sin dientes pescan en las vertientes que caen de la montaña al oriente.

16. Grotesco asomó vernåculo. Súcubo santo descendió y se volvió trago lindo de tamarindo. Dientes de palo, pelos de pluma, chasquero sin sombrero fue tu cuero montura de vaquero bandolero.

17. Tucán Tumpa le habló a Tait@ Paraba mientras pasaba de largo. “Pena las plumas tan bonitas de los tuyos”, le dijo. “Por eso era mejor que yo me quedo en mi palmera hueca en medio del patujusal, entre espinales de un agua que no se aquieta nunca. Porque dicen que nos vuelven Machetero pa´ cuanta fiesta haya”. Así le respondió el Taita, medio desplumau, herido de triste muerte y volviendo apenas al nido.

18. Manos metiches que suenan. Patas que cantan, pezuñas hediondas que me persiguen con su jiba grasosa y cuernos asesinos. Salen dos toros y no hay pa donde pelar, ni detrás del ensebao. Son venidos del monte mås bravos que Ochire y Olima cuando pican y saltan doloridos de tragar anzuelo.

19. El billete nuevo de cien dólares ocupaba orgulloso la cima del Palo Ensebao. Era el premio máximo al esfuerzo y destreza de sus jóvenes y audaces escaladores. Fueron puestos orgullosos por el mismísimo Cabildo. Llegaron en la avioneta del turco Abula desde su hacienda, quien que se bajó a la banda del río, luego embarcó en lancha y camioneta hasta llegar a la Plaza del Jocheo. Puso su vaca, la plata, tomó chicha que le invitaron y escupió un poco el bolo de coca. Saludó a las Memes y Tatas y después se retiró humilde y en silencio. Era un mandau de Don Ávila, que enviaba sus saludos y respetos.

20. Entré al monte tras mi bastón mestizo que orilleaba el arroyo. Por ahí fue que escuché a los Patujuses en debajo del Tajibo decir fuerte y claro a todo el yomomal, que para ellas, los sapitos son sus adulados. Luego en mi tapera, puse velas blancas pa que no les llueva fuego.

21. Papillón Chaperere comentaba que no se recuerda en el Bosque pelea más feroz que la del Dueño de Monte con el Tigre Ichine. Duró lo que tarda en cambiar de cauce un brazo de río, tronó como suena bajo los cielos turbios del surazo con agua y hubo más llanto que... Que exagerado, típico, comentó algo envidioso el Caimán Tuerto Cachoponan. Y se acabó la charla entre el cuerudo aburrido y la mariposa del charco.

22. De tus ojos luceros, magos hechiceros, panes de chamanes, brujos impertinentes y demás penitentes siguen romería hasta María que blanca y oro siempre espía y vigía al sacrosanto pueblo que guía. Así dice doña Esta en su velorio pa la fiesta.

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